Siniestros

Es cuando se produce un siniestro, cuando verdaderamente se comprueba la excelencia del servicio.

La continuidad de una empresa, su patrimonio personal y familiar, y la seguridad de los suyos, son sólo, algunos de los ejemplos que una gestión correcta de un siniestro puede suponer.

La diferencia entre un siniestro bien gestionado y mal gestionado, es consecuencia directa de la capacidad para aportar agilidad al proceso, de la experiencia y de la capacidad de negociación con las aseguradoras, y de tener entidad para controlar y supervisar la actuación pericial y la asistencia en la interpretación de los contratos.

En todas nuestras oficinas, tenemos personal especializado cuyo trabajo, exclusivamente, es apoyar a nuestros clientes en la tramitación de sus siniestros, de principio a fin, informándole en cada momento del estado y avances del mismo.